Revista 111
Número 111

Culebra bastarda

Es probablemente la culebra terrestre más abundante de la Península Ibérica. Por su termofilia utiliza a menudo las carreteras para desplazarse, lo cual provoca que numerosos ejemplares mueran atropellados. Por el gran tamaño que puede alcanzar es especialmente perseguida por el hombre, pues se la considera depredadora de especies de interés cinegético y aves de corral.

 

Culebra-bastarda

 

La cabeza presenta un aspecto muy característico, pues posee ojos grandes, con las escamas supraoculares muy prominentes, que forman una especie de ceja que le da una expresión de mirada penetrante y un característico aspecto amenazante. La escama frontal es especialmente estrecha. Posee ocho escamas supralabiales de las que la 4.ª y la 2.ª están bordeando el ojo. Sus pupilas son redondas. Las escamas del dorso son lisas y con arcos, pero nunca carenadas, formando 17 o 19 hileras en el centro del cuerpo: tiene de 160 a 189 escamas ventrales y la cola representa aproximadamente 1/4 de la longitud total. Presenta un dorso oliváceo o parduzco claro, generalmente uniforme, y  en el tercio anterior se aprecia una zona de manchas negruzcas (en los machos y de vez en cuando hembras) muy características (mancha de silla de montar).  Las partes inferiores son amarillentas con un ligero moteado oscuro. Los jóvenes presentan 5 o 7 hileras de manchas oscuras a lo largo del cuerpo, siendo más grandes las centro dorsales que las de los flancos.


Posee el título honorífico de ser la serpiente de mayor tamaño de la Península Ibérica, récord compartido con la culebra de Esculapio (Zamenis longissimus), esta última más propia de las comarcas pirenaicas. Ambas pueden llegar a medir la friolera de 2 metros de longitud, aunque en algunos ejemplares adultos de bastarda se han medido longitudes de hasta 2 metros y 50 centímetros, si bien normalmente no superan los 2 metros. Las hembras son algo más pequeñas, alrededor de 1,5 metros. Su peso suele rondar 1 kilo, aunque hay citas de ejemplares de hasta 3.
La culebra bastarda tiene una estructura inoculadora del veneno en la parte posterior de la mandíbula superior (ofidio opistoglifo).

 

Hábitat y costumbres

Es habitual en el ámbito mediterráneo y puede aparecer desde las dunas costeras hasta la alta montaña. Habita tanto zonas de matorrales y tomillares como bosques mixtos, pinares y riberas, siempre que disponga de refugios. Parece seleccionar positivamente áreas cultivadas y rurales (por la abundancia de presas), donde se refugia en setos, hormas y muros.


Le gusta el calor y ocupa principalmente la zona mediterránea, pero en la meseta es posible encontrarla hasta los 1.500 metros de altitud. En la Península Ibérica solo falta en la cornisa Cantábrica y los valles de los Pirineos. Ocupa principalmente los ambientes soleados, las zonas abiertas, de matorral o bosque, zonas rurales, cultivos... Es de costumbres diurnas y se desplaza a gran velocidad. Durante el verano le gusta subirse a los árboles. Entre octubre y marzo, hiberna.


En caso de verse acorralada, la culebra bastarda puede erguirse, como hacen las cobras, y emitir un sonido siseante con el que pretende alejar a sus enemigos. No duda en morder si se ve en peligro y lo hace con decisión y fuerza. Aunque no es una víbora, posee glándulas venenosas situadas en unos pequeños colmillos situados en la parte trasera de sus mandíbulas. Este veneno le ayuda a dar muerte

Clasificación
científica

Nombre común:

Culebra bastrda

Nombre científico:

Malpolon
monspessulanus

Familia:

Colubridae

Orden:

Squamata

Longitud:

Hasta 250 cm.

Peso:

Hasta 3000 g.

Longevidad:

Hasta 25 años

Estatus:

Residente

a sus presas, pero su táctica de caza es muy diferente a la de las víboras. La culebra bastarda necesita aprehender a sus presas con la boca y, de paso, ayudarse del veneno que segrega a través de los colmillos posteriores. Las culebras que poseen estos colmillos traseros se denominan opistoglifas. Por el contrario, las víboras tienen sus colmillos venenosos mucho más desarrollados y en la parte delantera de la boca. La técnica de caza de la víbora consiste en lanzar un rápido ataque, morder y esperar a que el veneno surta efecto para después engullir a la presa, es decir, no necesitan sujetar con la boca a la víctima.


Al no tener colmillos delanteros, Malpolon monspessulanus, la culebra bastarda no es peligrosa para el ser humano. Su reacción defensiva no puede ser como la de las víboras, ya que necesita morder y mantener la mordida para inyectar veneno, y desde luego, el ser humano no es ni su presa, ni un rival con el que competir. Por ello, a no ser que se la sujete con las manos, no va a morder. Eso sí, si muerde lo hace con fuerza y causando bastante dolor, aunque su veneno tampoco es especialmente peligroso. Salvo que se sienta intimidada y acorralada su reacción será siempre huir con rapidez, con mucha rapidez ya que son de movimientos veloces y escurridizos.


Es probablemente el colúbrido terrestre más abundante en la región mediterránea de la Península Ibérica. Por su termofilia, utiliza a menudo las carreteras para desplazarse, siendo atropellados numerosos ejemplares. Por el gran tamaño que puede alcanzar es especialmente perseguida por el hombre, pues la considera depredadora de especies de interés cinegético y aves de corral. Sin embargo, nada de esto parece hacer retroceder sus poblaciones y hay indicios de que podría estar ganando dominancia en la comunidad de colúbridos mediterráneos de la Península Ibérica, ya que se adapta bien a los paisajes modificados por el hombre.


En los últimos años, el periodo de actividad anual de M. monspessulanus se ha incrementado, en respuesta al aumento registrado en la temperatura media anual. Especie diurna, en el verano evita las horas centrales del día. Mantiene temperaturas corporales relativamente elevadas; en los machos, ello permite que presenten espermatogénesis primaveral. Los machos son territoriales, y durante la época de celo entablan combates.


Como el resto de serpientes, siempre han tenido mala reputación y se las ha perseguido implacablemente, lo que ha ocasionado que, en muchas zonas, se haya vuelto muy escasa y cada vez abunden menos los ejemplares de gran tamaño.


Su mala fama está injustificada y debemos recordar que gran parte de su alimentación está compuesta por roedores, que provocan daños a la agricultura y son vectores de enfermedades infecciosas. Es importante destacar que todas las serpientes y culebras, sean venenosas o no, cumplen una función primordial en la cadena trófica.

 

Alimentación

Su dieta se compone, en un 50 % aproximadamente, de pequeños reptiles como lagartijas o salamanquesas, aunque también depreda ratones de campo, ratas, conejos y pequeños pajarillos y sus nidadas.


Es muy generalista en su dieta, pues hasta ahora se han encontrado más de treinta especies de presas sobre las que depreda. A lo largo de su desarrollo ontogénico, y debido al importante cambio en su tamaño corporal, va cambiando su alimentación y especialmente la talla de sus presas: desde los ortópteros, de los que depredan los ejemplares recién nacidos, hasta los conejos de mediano tamaño, de los que depredan los machos de mayor talla, pasando por reptiles y aves.


Es una culebra muy valiente y se atreve a cazar especies de gran tamaño como son los lagartos ocelados (Lacerta lepida). Sus combates con estos pequeños saurios son memorables, una de las escenas de caza más impresionantes qué podemos observar en la fauna ibérica.


Además de depredar ratones de campo, ratones silvestres y ratas negras o comunes, también consumen conejos que a veces se convierten en plagas para los agricultores y abaten conejos enfermos de mixomatosis y neumonía vírica hemorrágica, saneando así nuestros campos.

 

Culebra-bastarda-cabeza

 

Reproducción

La madurez sexual es alcanzada por los machos con una talla corporal inferior a la de las hembras. La cópula tiene lugar en abril o mayo y dará como resultado un número de huevos variable, generalmente entre 8 y 11, que dependerá en última instancia del tamaño de la hembra. La puesta se realiza a comienzos de julio entre las hojas muertas, piedras o madrigueras de otros animales. Los huevos eclosionan en agosto o septiembre.

 

Interacciones entre especies

Entre sus parásitos se han identificado protozoos y nematodos. Al ser abundante, aparece en la dieta de numerosos depredadores mediterráneos. es de destacar que es el reptil más depredado por la culebrera europea y se conocen algunos casos de canibalismo. Coincide a menudo en los mismos biotopos con una especie de similar tamaño, la culebra de escalera, aunque no hay evidencias de interacción entre ambas. En cualquier caso, la culebra bastarda depreda sobre las otras especies de colúbridos. También ellas son presa de diversas rapaces y mamíferos.


Aunque se trata de una especie venenosa, por la disposición de su aparato inoculador no suele ser peligrosa para las personas, a no ser que se cometan graves imprudencias, como introducirle los dedos dentro de la boca. En caso de accidente, hay que acudir rápidamente a los servicios médicos. Por otra parte, esta serpiente puede considerarse beneficiosa por la gran cantidad de roedores que destruye.

 

Amenazas

Ocupación, transformación y pérdida de hábitats naturales, intensificación de cultivos y reducción de recursos tróficos. También son presa de diversas rapaces y mamíferos. Frecuentemente aparece muerta en las carreteras, donde es atropellada cuando acude a ellas en busca del calor acumulado en el asfalto. Su carácter diurno y termófilo hace que sea fácil de ver, pero a la vez es la causa de sus encuentros con personas que habitualmente la agreden con intención de matarla.

 

Distribución

Típicamente circunmediterránea, desde el Sáhara Occidental hasta el oeste de Irán, incluyendo el norte de África, península Ibérica, sur de Francia y puntos del noroeste de Italia. Está presente también en algunas islas del Egeo y el Adriático.

 
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