Revista 71
Número 71

VolandoChotacabras

Son aves nocturnas de mediano tamaño con alas largas y puntiagudas, patas cortas y pico muy corto aunque muy amplio, que anidan en el suelo. Se les denomina chotacabras debido a la creencia equivocada de que chupan la leche de las cabras (chotar significa mamar).

 

El plumaje es mimético y se confunde con la corteza de las ramas de los árboles donde se posa o entre la vegetación del suelo y la hojarasca. Sus partes superiores son grises, densamente rayadas de negro con finas y curvadas rayitas y manchas pardas. Las plumas del píleo, nuca y escapulares, tienen color negro y rayas o franjas pardo rojizas. Las plumas escapulares poseen unas manchitas beige que cuando el pájaro está posado le dan un aspecto curioso, como si tuviera unas hileras de dientes amarillos a cada lado del cuerpo, lo que ayuda a que su plumaje sea todavía más fácil de confundir en el entorno vegetal o terroso. El color alrededor de los ojos, el mentón y la garganta es pardo amarillento y en la parte baja de esta última se advierte bien una pequeña mancha blanquecina o amarillenta. El pecho es pardo grisáceo muy densamente rayado en finas ondulaciones negras. Las alas son de color pardo grisáceo y los machos tienen en las tres primarias exteriores unas grandes manchas blancas que son muy visibles en vuelo. Las hembras poseen un plumaje semejante, pero difieren en que carecen de las manchas blancas en las alas y en las rectrices de la cola. Los machos tienen, además de las tres manchas blancas en cada ala, que son variables en tamaño, las puntas de las dos rectrices de cada lado de la cola blancas o blanco-beige, detalle que es muy visible al volar. Ambos, macho y hembra tienen una raya blanca o amarillenta que nace en la base del pico, atraviesa la cara bajo los ojos y se prolonga hasta los lados del cuello. La cabeza es ancha y aplastada (y cuando abre la boca asombra por la garganta excepcionalmente ancha) y el pico corto y débil, provisto en las comisuras de unas duras cerdas. Las alas tienen forma alargada y puntiaguda y la larga cola, profusamente marcada con barras transversales pardo negruzcas, es cuadrada en su terminación y al desplegarla forma un abanico de diez rectrices. Los ojos son muy grandes y de color pardo.


Si se puede coger en la mano se aprecia en seguida la suavidad de su plumaje, que le permite volar muy silenciosamente, y, sobre todo, llaman mucho la atención sus cortísimas patas y la longitud de las manchas blancas que los machos tienen en los extremos de las rectrices exteriores de la cola (23-31 mm de longitud) y que no son siempre blancas sino con frecuencia teñidas de parduzco, probablemente en los chotacabras de edad no superior a un año. Los machos viejos poseen un plumaje extraordinariamente vistoso cuando llegan a Iberia en los últimos días de abril. Las manchas o «dientes» de las alas y la bigotera de la cara son de un beige amarillento muy llamativo y la mancha blanca de la garganta es muy blanca.


Los chotacabras jóvenes se parecen a las hembras adultas, pero en conjunto son más grises. En septiembre y octubre mudan parcialmente (mantienen las plumas de las alas y la cola) y en enero-febrero sufren una muda completa, después de la cual el macho joven no puede distinguirse fácilmente del adulto de más de un año.

 

Costumbres

El chotacabras europeo vuela a veces de forma errática, probablemente cuando va en persecución de insectos, aunque a menudo también tiene un vuelo rápido y directo. Es silencioso y fantasmagórico, puesto que se trata de una especie netamente crepuscular y nocturna en sus actividades. Con luna llena y permaneciendo quietos, podemos ver a estos pájaros dar vueltas con suavidad sobre una zona con abundancia de insectos, alternando aleteos con planeos y tratando de acercarse con precaución a los focos de luz donde se concentran las mariposas nocturnas. Estas son capturadas abriendo ampliamente la boca, aunque solo en el momento de acercarse a ellas y no llevándola continuamente abierta como a menudo se ha creído. En un buen número de países europeos se dan a este pájaro nombres relacionados con su supuesta costumbre de chupar la leche de las cabras directamente de sus ubres. No solo el nombre científico, sino también en nuestro idioma, el inglés popular, alemán, francés, italiano, catalán, griego, etc. son indicativos de esta falsa actividad que se le ha imputado.

 

Clasificación científica

Nombre común:

Chotacabras europeo

Nombre científico:

Caprimulgus
europaeus

Familia:

Caprimulgidae

Orden:

Caprimulgiformes

Longitud:

26 - 28 cm.

Envergadura:

57 - 64 cm.

Peso:

100 gr.

Longevidad:

8 años

Estatus:

Migrador

Aunque como especie nocturna no es fácil de observar, sí se conocen bien sus actividades durante la noche y en la reproducción ya que es una especie que siempre ha atraído la atención de los ornitólogos. A pesar de tener las patas exageradamente cortas en proporción a su cuerpo, largo y grande, puede caminar por el suelo con cortos y rápidos pasos y llevando el cuerpo muy horizontal, pero rara vez anda o corre. Si se le sorprende durante el día en su posadero, muy a menudo el mismo día tras día, vuela rápidamente, pero no se aleja mucho y desciende al suelo entre la vegetación más próxima. Se posa muy a menudo a lo largo de la rama baja de un árbol confundiéndose fácilmente con ella, tan agachado y quieto permanece que parece, más que un pájaro, un abultamiento de la propia corteza. Se ha observado que hay dos lugares que atraen especialmente su atención para reposar durante el día antes de iniciar la reproducción e incluso durante parte de esta. Plantaciones de pinos jóvenes, sobre todo de pino insigne (Pinus radiata) en las que se posa en las ramas más bajas, casi a nivel del suelo, y, sobre todo,  parches o zonas de monte o rastrojos que hayan sido recientemente quemados para destruir la maleza. En gran parte de su hábitat norteño (concretamente en Asturias), después de una corta de eucaliptos (Eucalyptus globulus) se suele quemar el terreno, las malezas y la hojarasca. Estas son zonas óptimas, donde se establecen los chotacabras en una densidad que sorprende y que nos descubre que la población no es tan escasa como puede pensarse por lo esporádico de su canto o por la dificultad de encontrar las puestas de huevos.


El canto del chotacabras es uno de los hechos más curiosos que nos proporciona la observación de un bosque durante las noches primaverales. Describirlo no es fácil. Quizá sirva decir que se trata de un runruneo sostenido cuyo tono se eleva un momento para descender en seguida, como si el pájaro se alejara o cambiara la dirección de su cabeza. Se ha comparado al sonido que produce el carrete de una caña de pescar, pero más exacto seria decir que recuerda el ruido de un motor que sonara apagado en la distancia. Se oye desde lejos y el pájaro lo emite desde el suelo, sobre un muro de piedra, un poste de madera de una cerca o una piedra a baja altura. Si no se le molesta canta «sin respirar» hasta 5 minutos, pero más a menudo lo hace en períodos de 3 minutos, interrumpiéndose solo un instante para continuar de nuevo. También canta ocasionalmente mientras vuela, pero entonces dura muy poco.


Aparte del conocido canto descrito, los chotacabras emiten otros sonidos, más notorios en los machos. Así estos al volar lanzan con frecuencia un agudo «¡¡ku-ík!!». Las hembras también, pero en pocas ocasiones. Si ambos están alarmados, el macho lanza un rápido y alto «¡¡quick-quick-quick!!» y la hembra, y a veces el macho, un «¡¡chak!!».


Los chotacabras europeos se caracterizan por «aplaudir con las alas»; extienden sus alas y las pegan juntas a la espalda, produciendo un ruido similar a un chasquido. Parece ser que utilizan esta técnica a modo de saludo, para la defensa o la intimidación y también durante las exhibiciones del cortejo.


No es una especie muy agresiva, pero son territoriales y defienden sus zonas de cría vigorosamente, luchando contra otros machos en el aire o en el suelo. Pueden migrar en grupos de 20 o más individuos. Colonias de ejemplares del mismo sexo pueden formarse en África durante el invierno. Si se les levanta de su lugar de descanso diurno, suelen volar una corta distancia para posarse en otra rama.  Cuando están en reposo a menudo se posan frente al sol, para minimizar el contraste de su sombra.

 

Hábitat

El biotopo frecuentado por el chotacabras está constituido por bosques abiertos de especies caducifolias y también de coníferas, prefiriendo los claros con vegetación arbustiva, helechos y otras plantas que nacen en zonas húmedas. A menudo puede ser encontrado en espacios más abiertos y muestra una extraña querencia por los arenales en las cabeceras de las playas donde solamente se ven algunos pinos dispersos.

En estos amplios espacios se posa en los postes de cercas y suele ocupar el tope de los palos que sirven como soporte a los montones de hierba (varas o facinas ) y en los que se suele colocar un bote de hojalata o un sombrero viejo. Los excrementos delatan su posadero favorito fácilmente. Fuera de la época de la migración se le ve solitario o en pareja. Durante aquella, y también antes de iniciarla, se reúne en grupos y se posa al descubierto en zonas despejadas, incluso desprovistas de vegetación.

 

Depredadores

El plumaje mimético de esta especie permite que los individuos sean casi invisibles en pleno día al posarse inmóviles sobre una rama o una piedra e imitar su sustrato. Generalmente tratan de pasar desapercibidos como primera defensa. Si la amenaza persiste, los miembros de esta especie emplean varias técnicas, que incluyen fingir lesiones para distraer o engañar a los depredadores de nidos. Las hembras a menudo yacen inmóviles junto a los nidos durante períodos prolongados. Con frecuencia usan estas técnicas para ahuyentar a los depredadores.


Es presa de búhos diversos (Strigiformes) y aves rapaces (Falconiformes), así como de las víboras (Vipera berus). Los zorros (Vulpes vulpes), erizos (Erinaceus europaeus), perros (Canis lupus familiaris), urracas (Pica), cuervos (Corvus) y arrendajos comunes (Garrulus glandarius), depredan también los huevos del chotacabras europeo.

 

Posado

Alimentación

Esta especie es insectívora y nocturna-crepuscular. Atrapa insectos voladores en su boca ancha con ayuda de su pico corto y las cerdas circundantes. Entre sus presas comunes se incluyen polillas, escarabajos, mantis, efímeras, libélulas, cucarachas, mariposas y ocasionalmente arañas. La grasa acumulada antes de la migración les ayuda en su viaje hacia el Sur.


Durante la noche la caza de insectos es muy intensa. En 62 estómagos de chotacabras analizados se determinó que los lepidópteros estaban en un 49 %, los coleópteros en un 38 % y los dípteros el 13 %.

 

Reproducción

El chotacabras se empareja de por vida y dos adultos pueden volver varios años consecutivos al mismo sitio para anidar. Los machos llegan a los lugares de reproducción antes que las hembras, y establecen territorios que alcanzan superficies de 1,5 a 32 ha, con una densidad de población máxima observada de 20 parejas por km2.


Los vuelos demostrativos del celo comienzan en cuanto los pájaros ocupan la zona. El macho vuela a baja altura y produce el chasquido característico que ya se ha descrito antes, a menudo hasta 20-25 veces, pero corrientemente en tandas de 12-14 interrumpidas porque la hembra, que permanece posada, también contesta con estos extraños batidos de alas.


El chotacabras no construye nido alguno y se limita a depositar los huevos en el suelo limpio de vegetación, a veces en un ligero hueco no excavado por el pájaro y normalmente siempre buscando la proximidad de un palo o trozo de madera seca. No necesariamente este nido debe estar en el interior del bosque o en un claro del mismo. Habitualmente se encuentran en helechales, brezales, vegetación rala de terrenos arenosos y en robledales y hayedos, no próximos a los troncos de los árboles, pero sí cerca de montones de hojas secas o al abrigo de plantas de tojo. Alguna vez se pueden encontrar puestas al abrigo de un muro de piedra de los que circundan sotobosques en plena campiña.


La puesta normal es de 2 huevos, pero ocasionalmente se encuentran de uno solo e incluso de 3. Las puestas de 4 huevos deben de corresponder indudablemente a dos hembras, aunque se asegura que alguna vez pueden ser de una sola. El color de los huevos es blanco, ligeramente grisáceo o ceniciento y cubierto con manchas, puntos, rayas finas y nubecillas de colores variados, desde el pardo amarillento o rojizo pálido hasta el violáceo, repartidas por toda su superficie, algunos de ellos densamente manchados y otros no tanto. Todos son muy miméticos y en el suelo son difíciles de descubrir a no ser que el pájaro sea levantado por casualidad. Son puestos con intervalos de 36 horas y la hembra incuba durante el día, siendo relevada al atardecer por el macho, que también lo hace al alba. Cuando se levanta a una hembra que incuba, esta se lanza a un vuelo errático y como jadeante en presencia de los intrusos, tratando de atraer hacia ella la atención, o bien se eleva como un helicóptero verticalmente hasta 5 m  de altura y allí, planeando y cerniéndose sobre el lugar, permanece unos segundos hasta que opta por posarse no muy lejos, pero bien a cubierto. Cuando los pollos están a punto de nacer o lo han hecho ya, el chotacabras simula estar herido y aletea desesperadamente en el suelo con, por lo menos, un ala extendida. La incubación dura 18 días y los pollos al nacer están cubiertos casi completamente de un plumón pardo rojizo en el extremo y beige pálido junto a la piel. Son alimentados por ambos adultos, pero normalmente antes de que puedan volar la hembra ha realizado su segunda puesta no lejos del lugar y es entonces el macho quien ceba solo. A los 16-18 días ya son capaces de realizar cortos vuelos y siguen siendo alimentados por el macho, o por ambos adultos si es la segunda cría, siempre con insectos y «pico a pico», durante por lo menos 30-34 días.


Llegan a nuestro país a partir del 10 de abril en buen número, pero en años favorables se les puede escuchar antes. Los nativos desaparecen en septiembre. En estos meses muchos perecen atropellados en las carreteras donde se posan o chocando contra los faros de los automóviles en días de niebla o fuerte lluvia.
Se asocian con una gran variedad de hábitats y elevaciones, incluyendo páramos, desiertos, huertos, humedales, bosques boreales, matorral mediterráneo y abedules jóvenes, álamos y resinosas. A menudo puede ser encontrado durante el día en espacios más abiertos y libres de perturbaciones.


Los hábitats africanos ocupados por esta especie durante el invierno son también muy variables. En particular, pueden poblar regiones de hasta 5000 m. de altitud.

 

 
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